Con toda la primera fase bien seca, toca cepillar los sobrantes para conseguir el nivel que necesitamos para que los tableros que van encima apoyen planos.
Decidimos empezar por la proa porque es la parte que tiene más miga!!
Esta tabla de aquí pasa de un plano de unos 45º apoyado en cóncavo a 90º en convexo!, la torsión es brutal y te da las sensación que el material va al límite. Hay que ir dominándolo despacio y ayudarse con cinchas, sargentos… encolar e ir “cosiéndolo” con los tornillos.
El constructor del casco 01 recomienda presentarlo y dejar que la madera de un día para otro para que vaya tomando forma. Nosotros lo hicimos del tirón porque vimos que la madera trabajaba bien y me imagino que el hecho de ser dos personas para hacer esto también ayuda.
Después fuimos colocando el resto de tableros y ¡ya tenemos el casco cerrado!! 😀
Ahora toca dejar secar, cepillar y a por la doble capa del fondo… continuará 😉