Una vez tienes los planos, hay varias opciones de construcción.
Puedes encargarlo a un profesional. Comprarte un kit de corte (debe ser oficial) y te llega un paquete a casa con prácticamente todas las piezas cortadas y numeradas. O puedes construirlo a partir de madera más o menos en bruto y a partir de ahí cortar y pulir.
Yo he optado por esta última opción. Por romanticismo y… bueno… también por tacañería.
A partir de ahí iba a construirlo yo solo y es posible que lo hubiera conseguido*, pero aquí apareció de nuevo la magia de la amistad. Desde el primer momento tengo un amigo escultor que me ha ofrecido su taller, sus herramientas y lo mas valioso, ¡su experiencia!. Gracias Elias, sin tu ayuda no se si el barco hubiera llegado a salir de la bahía entero….
Oiréis hablar de él más de una vez durante todo el proceso de construcción y os invito a que visitéis su trabajo y flipéis, ye que Lleva muchos años construyendo esculturas de todas las formas, tamaños (algunas gigantescas), con todo tipo de materiales, madera, resinas, porex, metal… www.eliasalvarez.com
*Cuanto más estoy adelantando en la construcción y más estoy aprendiendo, menos clara tengo esta afirmación.
Por cierto! este fotón nos lo hizo un buen amigo, ¡Merci Albert! 😉